Iniciamos el trayecto en la Plaza del Castillo, desde donde nos dirijimos hacia la Calle Estafeta, en dirección contraria a la que van los toros durante la primera quincena de Julio. Miramos hacia adelante para evitar a los múltiples bares de pintxos que afloran a ambos lados de la acera, el camino no ha hecho más que empezar. Al final de la calle, nos resulta imposible ceder a la tentación y hacemos una parada para comprar unas pastas caseras a Beatriz. Con suerte, no cogeréis cola. Por la curva de mercaderes giramos hacia la derecha y subimos por la calle Curia para encontrarnos la Catedral. De ahí nos vamos al Palacio del Caballo Blanco,donde aprovechamos para refrescar el gaznate y dar de comer a la niña en la zona amurallada, elevados sobre los barrios residenciales que vemos a nuestros pies. Seguimos por la zona amurallada, hasta que giramos para bordear el Antiguo Palacio de los Reyes de Navarra y llegamos a la Cuesta de Santo Domingo, de nuevo en pleno recorrido del encierro. Subimos hasta la Plaza Consistorial (en la tele parece más grande!!), y continuamos por la calle Zapatería, donde todavía predominan este tipo de tiendas. Volvemos al punto de partida por la calle San Nicolás (ahora sí nos hemos ganado un aperitivo) y visitando el Monumento de los Fueros, en el Paseo Sarasate. Llegados a la Plaza del Castillo, ocupamos un banco y dejamos a la niña corretear con el resto de enanos que se han juntado en la parte alta del kiosko.